Tenemos algún "fenómeno paranormal" en nuestro pueblo Ribadeo que impide que se celebren conciertos y que se siga apoyando el arte musical. Algo que nos sigue resultando extraño, debido al arraigamiento sonoro del que siempre se ha hecho alarde en esta villa noble. Pues si, que tenemos que irnos a escuchar música a otros lares y toca cojer el coche y hacer kilómetros, hay que jo.....!!
El pasado fin de semana nos fuimos hasta Avilés a ver a los Leather Boys que venían acompañados de sus colegas Jolly Joker desde Valencia. Nos esperábamos un buen concierto y la verdad es que no nos decepcionó en absoluto. Íbamos con ganas de que la música fluyera y nos dejamos llevar por las múltiples sorpresas que nos deparaba la noche.
Abrieron la velada los Jolly Joker con una pasada de sonido y con una energía arrolladora. Hacía tiempo que no nos quedábamos prendados de la energía desde el primer segundo y se nos ponían los pelos de punta con cada acorde y "baterazo". Simplemente inmejorables.
Ya con el público calentito, llegaron las colaboraciones con Leather Rose, algo que nos esperábamos, debido a la hermandad que proclaman y tras la visita a Valencia de los propios Leather Boys.
Y después del trallazo ochentero y tras una pausilla necesaria para refrigerarse debidamente, entraron a la carga los Leather Boys. Presentaban su nuevo disco Decade of Decadence, y fuimos testigos de que siguen su línea acertada de buenas canciones y buen espectáculo.
Entre las múltiples sorpresas de la noche, nos ofrecieron una pedida de mano sobre el escenario (con respuesta positiva, je, je) y colaboraciones con distintos y variados músicos que estaban presentes por la sala. Una sala situada en la Factoría Cultural de la que no teníamos conocimiento y que nos agradó enormemente debido a su calidad de sonido, iluminación, calidez y amplitud del espacio, comodidad para llegar y buena accesibilidad con instalaciones en perfecto estado. Además dispusieron de barra con bebidas frías (aunque se olvidaron de la CERVEZA SIN ALCOHOL) y control de seguridad.
En resumen, pasamos una noche de concierto cojonuda. Una lástima tener que salir del pueblo, pero aunque haya impedimentos, allí donde suene el rock en directo, ¡nosotros estaremos! Aunque tengamos que salir...