Hace unos días recibimos una nota de prensa en nuestro buzón que nos hablaba de Sotacaballorey (SCR). La notificación venía de la mano de Laballo comunicación, por lo que sólo con leer el remitente, ya nos esperábamos algo bueno. Se trataba, efectivamente, de la presentación del tercer álbum de la banda y venía acompañado de una generosa entrega física del mismo y de un poco de info sobre el grupo que compartimos con vosotros:
¡Que me aspen si el
Rock and Roll no es tradición! Ahí están las fiestas de la Kiss Army, los discos
que se reeditan para celebrar el aniversario de turno y las efemérides en
Twitter, por poner algunos ejemplos. Que sí, que el Rock es “salir de la zona de
confort”, (re)evolución, que el último polvo lo echaste con Bowie de fondo y
que hay que probar cosas nuevas... De acuerdo, pero el Rock también tiene esa
cosa de la inercia, de volver a la escena del crimen.
Al principio de
todo, José Alberto Solís (Última Experiencia, Wyoming & Los Insolventes...),
Eduardo Molina (Tomaccos, Idealipsticks...) y Ekain Elorza (Dinero, Morgan...)
dijeron, allá por 2014, que se iban a juntar. No se conocían de nada, pero la
cosa fue fluidita (los primeros ensayos se grabaron con el iPhone de Edu). De
todos modos, lo tenían como algo que estaba en el andén del “ya veremos”. ¿Iba
a ser SCR un grupo duradero y cerrado? Bueno, ya tenían unos comienzos.
Edu y José son fans
The Raconteurs. Un día tocaron un rato juntos en casa y descubrieron sus propios
temas. Uno estaba con la guitarra y otro con el bajo, pero necesitaban un
batera, así que llamaron a Ekain. Probaron, se lo contaron a Juan De Dios
Martín (cuarto mosquetero y productor, “sin overdubs y a la vieja usanza”) y ya
tuvieron todas las piezas. Juande lo tuvo claro en la primera reunión: “Esto es
Sota, Caballo, Rey”.
Y de la reunión...
al estudio. SCR grabaron en un día. Así lo hicieron con Hipnosis, el primer disco
(Estudios Reno); con Sado, el segundo (Estudio Uno); y con Sotacaballorey, el tercero
(repitiendo en Estudio Uno y en Studios La Fabrique). Son muchachos de costumbres,
aunque le den a la experimentación a base debien (el mejor ejemplo lo puedes
encontrar en Imbécil, sexta del repertorio)
Después de haber leído esto, le dimos al play. Nuestra curiosidad se despejó y las sospechas de que estábamos ante un buen trabajo, se confirmaron desde el primer momento. En el coche, de camino al trabajo, en casa, en el gimnasio...cualquier sitio nos parece bueno para escuchar a los SCR. Si duda agradecidos por el descubrimiento y encantados de compartirlo:
Esperamos que os guste tanto como a nosotros. Un saludo y Rock&Roll!!