Sobre Rumble

El grupo de As Pontes volvió al Mini Bar para darnos una nueva lección de cómo hacer virguerías con el sonido y aparentar que todo es facilísimo. Porque viendo actuar a cada uno de los componentes del grupo, uno puede pensar que eso tiene que ser fácil, que no hay caras de dolor ni de esfuerzo, ni aspavientos ni chorradas... sólo un sonido "acojonante" y una técnica que corta la respiración a cualquiera.

No importa todo lo Trash o todo lo Death o todo lo duro que te creas, porque si tienes a Rumble delante de tus narices, recibes una bofetada de realidad y de buena música que te iguala al resto de los mortales y que te lleva al más delicioso de los placeres, el de saborear el sonido de cada nota como si fuese la primera y la última que oyes en tu vida. No creo que nadie se atreva a discutir la maestría de este humilde cuarteto que vienen desde As Pontes, con maqueta en mano, para protagonizar, una vez más, uno de los mejores conciertos que se vio por encima de estas tablas.

Abrieron actuación con un tema homónimo que abre también maqueta, al que siguieron versiones como Complain (King's X), Daddy, Brother, Lover, Little Boy (Mr. Big), Taste My Fist (Freak Kitchen), Cult of Personality (Living Colour) o la coreada y grandiosa Shy Boy (David Lee Roth). Además y sin salir de la linea de grades temas, tocaron su tema propio Try Before You Die (con coros del público) e hicieron rozar el cielo con Here I Go Again (White Snake) con la que pusieron el broche de oro de la noche.

En definitiva una gran noche de rock en directo del que te deja con los pelos de punta. Sin duda un placer para nuestros oídos y para el de todos los asistentes al concierto de la noche del Jueves. Probablemente las palabras sobren porque las sensaciones quedan ahí para siempre.

¡Un saludo!