miércoles, 3 de abril de 2013

Un recital inolvidable

El pasado Viernes 29 de marzo disfrutamos en el Mini Bar de un concierto doble para todos los gustos. Les tocó romper el hielo a los segovianos Zarigüeyas, los que dejaron impactado al público con el torrente vocal de sus dos componentes femeninas sonando a auténtico rock sureño de los 60. La estética elegida por lo componentes del grupo hizo que nos trasladásemos a la época americana en la que los conciertos en bares rurales no debía diferir mucho con el espectáculo que pudimos observar el Viernes en el Mini.

El repertorio, de lo más variado, recorrió versiones de clásicos como temas de Neil Young ("Everybody Know This"), Tom Waits ("Jockey Full of Bourbon"), The Birds ("Mr. Spaceman") o Marvin Gaye ("Heard it Through the Grape Vine"). En definitiva toda un repaso a grandes canciones de las décadas de los 60-70 que provocaron que en el ambiente se apreciase un cierto olor a granja y hierba seca. Además como colofón a la metáfora americana, el batería del grupo sorprendió tocando una tabla de lavar adaptada para dar un sonido peculiar y convertir la percusión en un trabajo muy elaborado. Una muestra más de las habilidades musicales que los Zarigüeyas desplegaros esa noche en el Mini.

Sin embargo el éxtasis estaba aún por venir. Después de la gran actuación de los Segovianos, aparecieron en escena los Moondogs Blues Party. Un grupo de "maestros" musicales que hicieron las delicias del numeroso público asistente. Con temas propios ya conocidos como Devil's Dog, Woman In Red, I Don't Wanna Loose You o You Put Me Brave demostraron una vez más que ver tocar a este grupo es sentir el rock brotar de cada poro de tu piel. La sensación de que estás viendo algo grande se hace notar desde el primer minuto. El espectador siente que está siendo cómplice de un proceso creador en el que cada componente de los Moondogs parece disfrutar incluso más que el propio público. En definitiva, que es uno de los conciertos que nadie debería perderse independientemente de las preferencias musicales, pues como el propio Javier Prado apuntó en un momento del concierto: "La música es un arte que une sin distinciones",y cuando las música está creada por artistas de esta talla, la combinación es impecable.

Gracias a todos los artistas de esa noche por compartir con nosotros momentos tan grandes como los que vivimos el Viernes. Y por supuesto, gracias al público cómplice que contribuyó a crear esos momentos. ¡Un saludo a tod@s!


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