El pasado 6 de Abril se pasaron por Galicia (concretamente Santiago) los finlandeses Apocalyptica celebrando los 20 años del lanzamiento de su Plays Metallica By Four Cellos. Era uno de los conciertos que suponíamos cita obligada, y aún no salimos del éxtasis en el que nos sumieron.
Con un poco de retraso, a eso de las 21:15 se abrían las puertas del Palacio de Congresos para dar entrada al numeroso público que formaba cola a las afueras. Ya a nuestra llegada, desde que avistamos la calavera que abanderaba el autobús de la banda (aparcado a las puertas), supusimos que nos esperaba una noche de caña y buen rollo con el grupo. Poco a poco, según se iba llenando la sala-auditorio y mientras sonaba el Death Magnetic y el St. Anger, nos ibamos fijando en la escenografía que se presumía escueta (cuatro asientos, unas mamparas y focos de luz que suponíamos sería lo que daría vida al escenario).
Sobre las 22:15 se apagaban las luces del auditorio, casi lleno, pero con localidades libres y entraban en escena los cuatro miembros de la banda que hicieron felices a nuestro oídos. Brevemente, comentar que el repertorio era totalmente el esperado, Metallica en esencia total y con un sonido nítido y a la vez embriagador que nos dejó totalmente abrumados de emoción. Desde Enter Sandman, Harvester of Sorrow, Sad but True, The Unforgiven (bufff, no podríamos destacar ninguna, pues todas sonaron sublimes) pasando por Battery, Master of Puppets, One...en fin, una montaña rusa de buenas sensaciones para cualquier apasionado por Metallica y por el puro Trash Metal.
Sin embargo, más que destacar la genialidad de los Apocalyptica con los cellos, que se les presupone y con lo que no dejas de alucinar en el directo, nos gustaría destacar la impresionante enrgía con la que hacen el show y el aplastante dominio de tiempos, pausas y virtuosidades que pueden hacer de este uno de los mejores conciertos que hayamos vivido.
Tras una pausa de una media horita, volvieron con indumentaria más heavy (en camisetas de tirantes, muñequeras, cadenas...) y nos ofrecieron una segunda parte del show, con batería incluída, en la que nos pidieron que dejasemos las butacas, nos acercásemos al escenario y nos dejásemos llevar....sencillamente insuperable! Tal fue nuestro estado de shock "apocalyptico" que de la segunda parte del concierto no tenemos imágenes propias (jeje hay momentos en los que hasta la cámara molesta) y decidimos empaparnos de la realidad que estábamos viviendo. Sin duda, una decisión más que inteligente.
No obstante, tenemos unas muestras gráficas, que nos han cedido desde el público que puede que os dean una idea de lo apoteósico que fue el fin de concierto y de la gran noche que pasamos:
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